Sólo me quedan unas pocas horas como ser humano consciente. Esta será la última entrada en mi diario. No voy a perder preciosos momentos quejándome de lo que pudo haber sido. ¿Quién dejó caer la pelota esta vez? Ah, bueno, lo hecho, hecho está. En 48 horas el virus contaminará toda esta isla y cada forma de vida se extinguirá. Pronto no seré nada más que una bolsa de carne sin alma controlada completamente por el virus.
Ella es mi última esperanza. Mi invencible amante, Neticia. Te conocí en una solitaria celda vacía. Tu has elegido inocentemente ese lugar para hacer de tu telaraña, un lugar al que llamar hogar, aunque no había comida para que la recogieras. Me pregunto por qué me enamoré de ti... Tal vez fue porque sentía que eramos almas gemelas, la elección de vivir nuestras vidas en algún rincón protegido y aislado de los demás... Me quedé diligentemente alimentándote con las polillas y cucarachas. Ver como sostenías sus cuerpos y chupabas sus fluidos me relajaba. Me di cuenta de como habías crecido, pero quería que fueras más grande y más fuerte. Es por eso que empecé a robar cuerpos para ti. No había nada de malo en ello, después de todo eran los restos de los muertos de varios experimentos, ya no eran útiles y solo se eliminaban en secreto.
Así que eso fue lo que hice, por alimentarte. El efecto del virus en ti fue asombroso, y en no mucho tiempo ya te habías vuelto tan grande como un hombre. Entonces, cuando me quedé sin alimentos, envié un prisionero a la celda. Ellos serían torturados por Alfred hasta la muerte de todos modos. A nadie le importaba si algunos desaparecían... Antes de que crecieras y te pusieran tan grande para vivir en una celda. Ahora te dejo arrastrarse suelta en la prisión. El techo se ha convertido en tu lugar de anidación y has comenzado a devorar a los presos y guardias al azar. Nadie será capaz de destruir a mi amante. Tu eres mucho más poderosa que el molesto Alfred, tus colmillos son lo suficientemente afilados para cortar su pequeña cabeza vacía con un mordisco. Todos esos recuerdos... se irán. Todo mi cuerpo ha sido infectado con el virus. Ahora escucho el ruido que haces al arrastrarse por el techo con tus ocho patas delgadas, Neticia. Creo que te has comido tu comida allá arriba. Supongo que tu hambre te está urgiendo. Mi querida Netty... Mátalos a todos. Destruye todo. Devoralos a todos. El sentido del mundo se perderá cuando muera. Sé que estás mirándome con tus ocho ojos. No lo dudes. Ahora, cumple con tu deseo, y deja que la naturaleza siga su curso mientras hundes tus bellos colmillos en mí...
Only a few hours remain for me as a conscious human being. This will be the final entry in my diary. I won't waste precious moments whining about what could've been. Who dropped the ball this time? Ah well, what's done is done. In 48 hours the virus will contaminate this entire island and every life form will die out. Soon I will be nothing more than a soulless bag of meat controlled completely by the virus.
She is my before hope. My invincible lover, Neticia. I first met you in an empty solitary cell. You have innocently chosen that spot to make your web, a place to all home, though there was no food for you to catch. I wonder why I fell for you... Perhaps it was because I sensed we were kindred spirits, choosing to live our lives in some sheltered corner secluded from others... I diligently kept feeding you with moths and roaches. Watching you wrap their bodies and suck out their fluids relaxed me. I noticed how you had grown, but I wanted you to be bigger and stronger. That's why I started to steal bodies for you. There was no harm in it, after all they were the dead remnants from various experiments, no longer useful and left to be disposed of secretly.
So I did just that, by feeding you. The effect of the virus on you was astounding, and in no time you had become as big as a man. Then, when I ran out of food, I sent a prisoner to the cell. They would be tortured to death by Alfred anyway. No one cared if a few went missing... At before you have grown too big to live in a cell. Now I let you crawl loose in the prison. The ceiling has become your nesting place and you've begun to devour prisoners and prison officers at random. No one will be able to destroy my lover. You are far more powerful than that annoying Alfred, your fangs are sharp enough to slice his empty little head off with one bite.All those memories... they'll be gone. My whole body has been infected with the virus. Now I'm hearing the noise you make when you crawl on the ceiling with your eight slender legs, Neticia. I guess you have eaten your food up. I guess the hunger is urging you. My dear Netty... Kill everyone. Destroy everything. Devour all. The meaning of the world will be lost when I die. I know you are gazing at me with your eight eyes. Don't hesitate. Now, fulfill your urge, and let nature take its course as you sink your beautiful fangs into me...
